jueves, 27 de febrero de 2014

LA IZQUIERDA ABIERTA A LOS CIUDADANOS.

Artículo publicado en la revista R@mbla.

UNA DEMOCRACIA REAL CONSISTE EN GOBERNAR PARA LOS CIUDADANOS, NO CONTRA ELLOS.
El pasado domingo día 2 de febrero tuvo lugar, en los sótanos de la sede de Izquierda Abierta de Madrid, la escenificación más elocuente del cambio que la ciudadanía está reclamando en el funcionamiento de los partidos políticos, en la naturaleza de su relación con la calle, en su razón de ser dentro de una sociedad verdaderamente democrática.
Cinco candidatos habían conseguido los avales necesarios, dentro de la formación, para iniciar la carrera por el voto y a partir de ahí se pidió la participación de la ciudadanía en el proceso, pero hay que decir que también antes cualquier ciudadano, perteneciera o no a IzAb, podía unirse a la iniciativa y concurrir en la búsqueda de dichos avales. Prueba de esa renovación interna que late en el impulso fundacional de IzAb (abrir los partidos a la calle e integrar a la ciudadanía en el proceso democrático) es que dos de los cinco candidatos, a través de un proceso de primarias abiertas, no pertenecen a la formación, la media de edad debe andar por los treinta años y ninguno de los cinco ha ocupado cargos en la administración pública ni es un “profesional de la política.”
Llama la atención el hecho de que lo primero que uno ve al entrar en la sede de IzAb, situada al final de la Ribera Baja de Curtidores en pleno Rastro de Madrid, sean una librería a la izquierda y una cafetería a la derecha, sin connotaciones políticas de arco parlamentario en esta distribución geográfica, sino compartiendo el mismo espacio amplio y abierto en ventanales a la calle; sin recepcionistas adornadas con “pinganillo” telefónico, guardias de seguridad ni detectores de metales. Sólo libros y café.
Ya se conoce ese defecto congénito de la gente de izquierdas, esa inclinación morbosa a leer libros, a informarse bien, a sospechar de las verdades oficiales como el primer indicio de una gran mentira, a no estar conforme, a pedir explicaciones. Esa costumbre familiar de hablar unos con otros y no estar de acuerdo; de someterlo todo a votación previo debate y luego escindirse en desacuerdo con el resultado obtenido, cada uno con su postura intacta, como los átomos centrífugos de una explosión nuclear.
Se diría que para la gente de izquierdas ponerse de acuerdo en algo de cara a una acción urgente e inmediata, una iniciativa como ésta, que además es novedosa en el ámbito del funcionamiento de los partidos políticos, debería resultar poco menos que imposible y tendría que haberse atomizado ya en una nube de disidencias unipersonales. Sin embargo, contra todo pronóstico, han pasado dos años desde la creación de esta corriente dentro de Izquierda Unida y, en un tiempo récord, el partido se ha abierto a la calle, ha promovido un proceso de primarias y hoy, cinco candidatos se presentan a unas elecciones al parlamento europeo sin que el proyecto haya sucumbido disuelto en tediosas discusiones bizantinas y sin que hayan tenido que mediar las cuchilladas en la búsqueda de poder.
Un mal tópico sólo sirve para hacer buenos chistes y el movimiento se demuestra andando, que es una forma de decir que la realidad es una creación de la voluntad. Personalmente pienso que, dada la urgencia de unir a la izquierda en un frente común eficaz y operativo, esta iniciativa de cara a las europeas puede convertirse en ese deseado nexo de unión, ese pivote sobre el que gire la amplia contestación que desde hace tiempo bulle en la izquierda contra las políticas austericidas de corte neoliberal con que nos agreden desde Europa; como lo ha sido el fenómeno de las MAREAS que, pese a su orientación original como grupos de reivindicación centrados en demandas sectoriales, han acabado por concitar la adhesión del conjunto de la ciudadanía en la defensa de lo que, a fin de cuentas, es propiedad de todos como la Sanidad, la Educación, la Banca pública o los derechos sociales.
Aunque los cinco candidatos que presenta IzAb a las elecciones europeas provienen de orígenes variados, confluyen en un frente común que comparte un ideario y un proyecto amplio, más allá de sus propuestas inmediatas a título individual. La ciudadanía habrá de decidir cuál de ellas le parece más necesaria, más urgente en el contexto actual, con la seguridad de que, elija al candidato que elija, las propuestas y necesidades más básicas y urgentes de los ciudadanos serán defendidas por el candidito elegido.
Con esta iniciativa, IzAb lanza un mensaje claro a la ciudadanía y al resto de las formaciones políticas:
El partido está abierto a la calle y a partir de este momento ya no valen parches de última hora para hurtar el acceso de los ciudadanos a la política.
Izquierda Abierta, que se inscribió oficialmente como partido el 6 de febrero de 2012, es una corriente interna dentro de Izquierda Unida con una profunda conciencia de regeneración desde dentro del partido. Su primera asamblea constituyente se celebró el 22 de septiembre del mismo año en El Ateneo de Madrid. En esta reunión, se eligió al Consejo Político y al Consejo Federal, que está formado por activistas conocidos de la izquierda como son:
Almudena Grandes, Luis García Montero, Teresa Aranguren, Azucena Rodríguez, Ángel Requena, Antonio Cortés, Andrés Ocaña Rabadán o Carlos Berzosa, con Gaspar Llamazares y Montserrat Muñoz como coportavoces. Desde ese día 22 de septiembre, se pusieron de manifiesto sus pilares ideológicos básicos, su carácter federalista, laicista, republicanita y su objetivo de tender la mano a todo el abanico político de la izquierda -dentro y fuera de Izquierda Unida, dentro y fuera de los partidos, compartiendo las mismas aspiraciones que las diferentes plataformas ciudadanas como son el 15-M, las Mareas o Plataforma Antidesahucios, creadas en los últimos años- en un marco de diálogo, acuerdo y frente de mínimo común denominador, que represente la verdadera dimensión de la izquierda en el actual arco parlamentario como forma eficaz y urgente de contrarrestar la arraigada gestión económica de demolición del Estado social de derecho.
Algunas las tareas más urgentes que se ha propuesto IzAb son: frenar las gestiones intervencionistas de los mercados en la política (la formación posee un marcado rasgo antineoliberal), configurar un nuevo modelo de Estado donde la ley electoral sea equitativa y realmente democrática, que obedezca a un sistema representativo en el reparto de votos y que, por otro lado, siembre la costumbre de promover primarias con listas abiertas, para que jamás vuelva a producirse la injusticia de que los que gobiernan desatienden la voz, las necesidades y los derechos de los ciudadanos. Del mismo modo, erradicar los macro y microsistemas sistemas de gobierno que obedecen a los clientelismos y corruptelas institucionalizadas y que hoy, se ven amparados por el aparato de los partidos, que a su vez se vale de la impunidad fiscal e histórica existente.
El resultado de toda esta oscuridad, de esta democracia de escaparate, es que la población española sufre una estafa económica y una crisis de valores sociales y cívicos. Es un saqueo- me niego a seguir llamándolo crisis porque eso supone estar muy lejos de salir de ello.
Esta formación está estructurada en 17 federaciones territoriales con representación en la Coordinadora Federal; éstas son: Andalucía, Madrid, Galicia, Asturias, Cantabria, Navarra, La Rioja, Aragón, Cataluña Castilla y León, Extremadura, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Illes Balears, Murcia, Canarias y Ceuta. Además, están adheridos grupos políticos como Ezker Batua-Berdeak (asociada a IAb, Ezker Batua en el País Vasco), Red Verde, Convergencia por Extremadura y X Tenerife.
En el camino que hemos iniciado no sobra nadie; sin embargo es la fuerza de la unión la que habrá de llevar de una manera eficaz las demandas de los más desfavorecidos al mismo centro de las decisiones políticas europeas.
Europa volverá a ser de los ciudadanos cuando los partidos se abran a la calle.

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