UNA
DEMOCRACIA REAL CONSISTE EN GOBERNAR PARA LOS CIUDADANOS, NO CONTRA ELLOS.
El pasado domingo día 2 de febrero tuvo
lugar, en los sótanos de la sede de Izquierda Abierta de Madrid, la
escenificación más elocuente del cambio que la ciudadanía está reclamando en el
funcionamiento de los partidos políticos, en la naturaleza de su relación con
la calle, en su razón de ser dentro de una sociedad verdaderamente democrática.
Cinco candidatos habían conseguido los
avales necesarios, dentro de la formación, para iniciar la carrera por el voto
y a partir de ahí se pidió la participación de la ciudadanía en el proceso,
pero hay que decir que también antes cualquier ciudadano, perteneciera o no a
IzAb, podía unirse a la iniciativa y concurrir en la búsqueda de dichos avales.
Prueba de esa renovación interna que late en el impulso fundacional de IzAb
(abrir los partidos a la calle e integrar a la ciudadanía en el proceso
democrático) es que dos de los cinco candidatos, a través de un proceso de
primarias abiertas, no pertenecen a la formación, la media de edad debe andar
por los treinta años y ninguno de los cinco ha ocupado cargos en la
administración pública ni es un “profesional de la política.”
Llama la atención el hecho de que lo
primero que uno ve al entrar en la sede de IzAb, situada al final de la Ribera
Baja de Curtidores en pleno Rastro de Madrid, sean una librería a la izquierda
y una cafetería a la derecha, sin connotaciones políticas de arco parlamentario
en esta distribución geográfica, sino compartiendo el mismo espacio amplio y
abierto en ventanales a la calle; sin recepcionistas adornadas con “pinganillo”
telefónico, guardias de seguridad ni detectores de metales. Sólo libros y café.
Ya se conoce ese defecto congénito de la
gente de izquierdas, esa inclinación morbosa a leer libros, a informarse bien,
a sospechar de las verdades oficiales como el primer indicio de una gran
mentira, a no estar conforme, a pedir explicaciones. Esa costumbre familiar de
hablar unos con otros y no estar de acuerdo; de someterlo todo a votación
previo debate y luego escindirse en desacuerdo con el resultado obtenido, cada
uno con su postura intacta, como los átomos centrífugos de una explosión
nuclear.
Se diría que para la gente de izquierdas
ponerse de acuerdo en algo de cara a una acción urgente e inmediata, una
iniciativa como ésta, que además es novedosa en el ámbito del funcionamiento de
los partidos políticos, debería resultar poco menos que imposible y tendría que
haberse atomizado ya en una nube de disidencias unipersonales. Sin embargo,
contra todo pronóstico, han pasado dos años desde la creación de esta corriente
dentro de Izquierda Unida y, en un tiempo récord, el partido se ha abierto a la calle, ha promovido un proceso de
primarias y hoy, cinco candidatos se presentan a unas elecciones al parlamento
europeo sin que el proyecto haya sucumbido disuelto en tediosas discusiones
bizantinas y sin que hayan tenido que mediar las cuchilladas en la búsqueda de
poder.
Un mal tópico sólo sirve para hacer
buenos chistes y el movimiento se demuestra andando, que es una forma de decir
que la realidad es una creación de la
voluntad. Personalmente pienso que, dada la urgencia de unir a la izquierda
en un frente común eficaz y operativo, esta
iniciativa de cara a las europeas puede convertirse en ese deseado nexo de
unión, ese pivote sobre el que gire la amplia contestación que desde hace
tiempo bulle en la izquierda contra las políticas austericidas de corte
neoliberal con que nos agreden desde Europa; como lo ha sido el fenómeno de
las MAREAS que, pese a su orientación original como grupos de reivindicación
centrados en demandas sectoriales, han acabado por concitar la adhesión del
conjunto de la ciudadanía en la defensa de lo que, a fin de cuentas, es
propiedad de todos como la Sanidad, la Educación, la Banca pública o los
derechos sociales.
Aunque los cinco candidatos que presenta
IzAb a las elecciones europeas provienen de orígenes variados, confluyen en un
frente común que comparte un ideario y un proyecto amplio, más allá de sus
propuestas inmediatas a título individual. La ciudadanía habrá de decidir cuál
de ellas le parece más necesaria, más urgente en el contexto actual, con la
seguridad de que, elija al candidato que elija, las propuestas y necesidades
más básicas y urgentes de los ciudadanos serán defendidas por el candidito
elegido.
Con esta iniciativa, IzAb lanza un
mensaje claro a la ciudadanía y al resto de las formaciones políticas:
El partido está abierto a la calle y a
partir de este momento ya no valen parches de última hora para hurtar el acceso
de los ciudadanos a la política.
Izquierda Abierta, que se inscribió
oficialmente como partido el 6 de febrero de 2012, es una corriente interna
dentro de Izquierda Unida con una profunda conciencia de regeneración desde
dentro del partido. Su primera asamblea constituyente se celebró el 22 de
septiembre del mismo año en El Ateneo de Madrid. En esta reunión, se eligió al
Consejo Político y al Consejo Federal, que está formado por activistas
conocidos de la izquierda como son:
Almudena Grandes, Luis García Montero,
Teresa Aranguren, Azucena Rodríguez, Ángel Requena, Antonio Cortés, Andrés
Ocaña Rabadán o Carlos Berzosa, con Gaspar Llamazares y Montserrat Muñoz como
coportavoces. Desde ese día 22 de septiembre, se pusieron de manifiesto sus
pilares ideológicos básicos, su carácter federalista, laicista, republicanita y
su objetivo de tender la mano a todo el abanico político de la izquierda
-dentro y fuera de Izquierda Unida, dentro y fuera de los partidos,
compartiendo las mismas aspiraciones que las diferentes plataformas ciudadanas
como son el 15-M, las Mareas o Plataforma Antidesahucios, creadas en los
últimos años- en un marco de diálogo, acuerdo y frente de mínimo común
denominador, que represente la verdadera dimensión de la izquierda en el actual
arco parlamentario como forma eficaz y urgente de contrarrestar la arraigada
gestión económica de demolición del Estado social de derecho.
Algunas las tareas más urgentes que se
ha propuesto IzAb son: frenar las gestiones intervencionistas de los mercados
en la política (la formación posee un marcado rasgo antineoliberal), configurar
un nuevo modelo de Estado donde la ley electoral sea equitativa y realmente
democrática, que obedezca a un sistema representativo en el reparto de votos y
que, por otro lado, siembre la costumbre de promover primarias con listas
abiertas, para que jamás vuelva a producirse la injusticia de que los que
gobiernan desatienden la voz, las necesidades y los derechos de los ciudadanos.
Del mismo modo, erradicar los macro y microsistemas sistemas de gobierno que
obedecen a los clientelismos y corruptelas institucionalizadas y que hoy, se
ven amparados por el aparato de los partidos, que a su vez se vale de la
impunidad fiscal e histórica existente.
El resultado de toda esta oscuridad, de
esta democracia de escaparate, es que la población española sufre una estafa
económica y una crisis de valores sociales y cívicos. Es un saqueo- me niego a
seguir llamándolo crisis porque eso supone estar muy lejos de salir de ello.
Esta formación está estructurada en 17
federaciones territoriales con representación en la Coordinadora Federal; éstas
son: Andalucía, Madrid, Galicia, Asturias, Cantabria, Navarra, La Rioja,
Aragón, Cataluña Castilla y León, Extremadura, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana,
Illes Balears, Murcia, Canarias y Ceuta. Además, están adheridos grupos
políticos como Ezker Batua-Berdeak (asociada a IAb, Ezker Batua en el País
Vasco), Red Verde, Convergencia por Extremadura y X Tenerife.
En el camino que hemos iniciado no sobra
nadie; sin embargo es la fuerza de la unión la que habrá de llevar de una
manera eficaz las demandas de los más desfavorecidos al mismo centro de las
decisiones políticas europeas.
Europa
volverá a ser de los ciudadanos cuando los partidos se abran a la calle.